“Para que una experiencia sea considerada una experiencia de transformación debe ser percibida, valorada y sentida como positiva desde la observación de todos los dominios de la experiencia, es decir, que genere bienestar trascendente, perceptivo, cognitivo, emocional, corporal, social y ecológico”.
El Modelo Koru*, de diseño y facilitación de experiencias de transformación, está basado en un enfoque Ecopsicológico de exploración e investigación del movimiento en espiral de la consciencia y los procesos de transformación en el ser humano.
Antes de continuar y para entender la esencia, el alcance y el impacto de este Modelo, es interesante detenernos un momento y puntualizar en términos como Ecopsicología y la espiral del la consciencia, ya que son los ejes a través de los cuales se desarrollan estas experiencias de transformación.
La Ecopsicología nace de la unión de la Ecología con la Psicología. ¿Qué significa esto?Básicamente que cuanto más consciente es una persona, más cuidadosa se convierte de su entorno, y a mayor capacidad de valorar la naturaleza, mayor bienestar y felicidad. Efectivamente, el mundo está compuesto de seres humanos que interactúan y toman decisiones que finalmente hacen a la realidad en la que vivimos.
Uno de los precursores de este concepto, el austríaco Fritjof Capra, señalaba: “Cuando cambias la forma de ver las cosas, la forma de las cosas cambia. La verdadera ‘crisis’ no es económica ni financiera, es de percepción”. Justamente por esto, vernos como seres separados del entorno, de la naturaleza, del cosmos y no entendernos en unidad con todo ello, nos lleva a no contribuir, a mantenernos al margen. La propuesta de la ecopsicología es ayudarnos a recordar quiénes somos, observando a la naturaleza que nos rodea para entenderla como un ejemplo de que la vida está en un constante flujo; a dejarnos tocar por ella, a entender su equilibrio y a no intentar controlarla.
Y en esa experiencia de transformación que nos lleva a visualizarnos y a entendernos como parte de todo, es clave la espiral de la consciencia. Como en el ciclo de la vida, la espiral es un símbolo que representa el proceso de crecimiento y evolución. Representa el proceso de volver al mismo punto una y otra vez, pero en un nivel diferente, de modo que todo se ve desde otra perspectiva. Dicho de otra forma, el movimiento por la espiral representa el movimiento de la consciencia al interactuar con los distintos dominios de la naturaleza.
¿Cuáles son esos dominios? El Modelo Koru trabaja basado en siete dominios de observación/transformación en que se expresa la naturaleza humana y que funcionan como un mapa de ruta para el diseño de experiencias de transformación. Esos dominios son:
A nivel individual o del Ser Humano:
- Dominio de la Unidad.
- Dominio de los Sentidos.
- Dominio de la Mente.
- Dominio de las Emociones.
- Dominio del Cuerpo.
A nivel colectivo:
- Dominio Social.
- Dominio Ecológico.
El método tiene una fase de diseño y una fase de facilitación. En la fase de diseño se construye el mapa por el que vamos a transitar durante la experiencia de transformación. La consciencia de una experiencia la ubicamos en el punto “0”, que corresponde al dominio de la unidad, que es donde emerge la “consciencia de sí”. El movimiento en espiral es la guía del método y representa el movimiento de la consciencia por los distintos dominios de la experiencia.
¿Cuáles pueden ser los desafíos o propósitos a trabajar con este método?
Desde la espiral se puede trabajar con sueños, proyectos, desafíos, realidades particulares, situaciones de conflicto, etc., y es aplicable en una amplia diversidad de áreas; por ejemplo para diseñar y facilitar experiencias educativas, sociales y o terapéuticas.
(*)Koru. Un símbolo de la cultura maorí, población nativa de Nueva Zelanda. Tiene forma espiral porque representa a la nueva fronda del helecho que, una vez desplegada, formará una nueva hoja. La forma circular del koru ayuda a transmitir la idea de movimiento perpetuo, mientras que el enrollamiento interno sugiere un retorno al punto de origen.