Claudio Pereira. Koru Transformación
En nuestras experiencias trabajando con las huertas ecoterapéuticas, hemos sido testigos de cómo estos espacios transforman vidas. Las huertas no solo son fuente de alimentos, sino que también son un reflejo de nuestros procesos internos, conectándonos con los ciclos naturales. En este artículo, presentamos un modelo metodológico basado en los ciclos estacionales y la Rueda de la Medicina, que nos guían a través de las estaciones del año utilizando arquetipos que simbolizan diferentes aspectos de nuestro desarrollo. Este enfoque permite trabajar en lo individual, lo comunitario y lo ecosistémico, promoviendo una salud regenerativa y colectiva.
Fundamentos Ecopsicológicos de la Huerta
Desde la ecopsicología, entendemos que la desconexión con la naturaleza es una de las causas subyacentes del malestar psicosocial moderno. Las huertas, como espacios de sanación, nos permiten reconectar con los ritmos de la vida, despertando el sentido de asombro y cuidado por lo vivo (Arvay, 2016). Al sincronizarnos con los ciclos estacionales, el trabajo en la huerta se convierte en una metáfora poderosa de nuestros propios procesos de crecimiento, transformación y descanso.
Las huertas también actúan como espacios de cohesión social y sanación comunitaria. Facilitan el intercambio de saberes, semillas y experiencias, regenerando la relación de las personas con la tierra y entre sí (Ibarra et al., 2019).
Este enfoque ecoterapéutico, al integrar los arquetipos de la Rueda de la Medicina, ofrece un marco simbólico profundo que nos invita a explorar nuestras emociones, desafíos y aprendizajes en sintonía con las estaciones del año.
El Modelo Estacional en la Rueda de la Medicina del Hemisferio Sur
La Rueda de la Medicina es un símbolo y un mapa ancestral utilizado en diversas culturas, organiza el ciclo de la vida en cuatro direcciones cardinales, cada una la asociamos a un arquetipo y una estación. Es importante señalar que las direcciones y estaciones cambian según el hemisferio. En el Hemisferio Sur, la primavera se alinea con el Este, el verano con el Norte, el otoño con el Oeste y el invierno con el Sur, mientras que en el Hemisferio Norte las estaciones se invierten (Macuil, 2023). Este artículo se basa en el enfoque del Hemisferio Sur, pero ofrece una adaptación flexible para el Hemisferio Norte.
Entonces, en el hemisferio sur el Este es el lugar de la primavera, El Norte del verano, el Oeste del otoño y el Sur del Invierno. Las cuatro estaciones se crean con la fuerza creciente y decreciente del sol.
En el Este, durante la primavera, los rayos del sol comienzan a ganar fuerza, cada día hay unos pocos minutos más de luz y la temperatura va subiendo poco a poco, la naturaleza empieza a despertar después del largo sueño del invierno. Los animales salen de su estado de hibernación. Los pájaros empiezan a buscar pareja para formar una familia. La naturaleza nos invita a comenzar, a despertar, a germinar la semilla. Durante la primavera muchas plantas y árboles realizan sus silenciosas danzas de apareamiento a medida que florecen.
En el verano, al igual que al mediodía, el sol está en su punto más alto y ocurren muchos procesos. Los animales han construido nidos, han tenido crías o han puesto huevos y ahora están ocupados cuidándolos. Las crías están creciendo y todos están activos. En verano se producen las semillas y los frutos. El verano se caracteriza por la actividad, el crecimiento y la maduración. El poder del sol es absorbido en los frutos.
En el otoño la actividad solar disminuye gradualmente y todo comienza a aquietarse de nuevo. El crecimiento se detiene y muchos animales jóvenes abandonan sus nidos y espacios independizándose de sus padres. Es el momento de la cosecha. El crecimiento se reduce, las hojas se marchitan y se caen de los árboles, muchas plantas mueren y desaparecen. Las semillas y los frutos caen al suelo y sirven de alimento a los animales, pero algunos quedaran enterrados en la tierra durante el invierno y comenzarán el nuevo ciclo cuando llegue la primavera. Todo se vuelve hacia adentro y algunos animales se preparan para hibernar. La naturaleza descansa cuando el sol desaparece durante el otoño, al oeste de la rueda.
El invierno lo situamos en el Sur de la rueda (en el hemisferio Sur). En invierno todo se detiene, la naturaleza descansa. No se hacen grandes planes ni se comienzan nuevas actividades. Los animales que no hibernan siguen teniendo que comer. En invierno hay vida pero es muy estática en la superficie. La energía se va al suelo. El sol está bajo y apenas da calor. Como en la noche hay más silencio ya que la luz se ha ido y nos vamos a dormir.
Cada dirección de la Rueda de la Medicina está asociada a un arquetipo y una estación. En este modelo, el Este representa el comienzo del ciclo con la primavera y el arquetipo del/ Visionaria/o o Soñador/a ; el Norte corresponde al verano y a la Guerrera/o ; el Oeste , al otoño y el Maestro/a o Sabia/o ; y el Sur , al invierno y la Sanadora . A continuación, desarrollo el significado de cada estación en este marco, y cómo se relacionan con los ciclos naturales y psicológicos que atravesamos.
Primavera – Este: La Visionaria/o o Soñador/a – Siembra de Intenciones
La primavera en el Este es el momento de soñar y sembrar. El arquetipo del Visionario o Soñador nos conecta con la capacidad de visualizar futuros posibles y establecer intenciones claras. En la huerta, es el tiempo de preparar la tierra y sembrar las semillas, un acto lleno de esperanza y propósito. Este acto de siembra, tanto literal como simbólico, nos invita a reflexionar sobre qué queremos cultivar en nuestras vidas.
En nuestro trabajo ecoterapéutico, invitamos a quienes participen a visualizar sus sueños y proyectos, a explorar qué nuevas semillas desean plantar. Al sembrar en la tierra, también están sembrando intenciones y posibilidades en su propio desarrollo. Este es el tiempo de imaginar, de conectar con el potencial, y de sembrar las ideas y emociones que queremos que florezcan más adelante.
La primavera es el momento de soñar y visualizar futuros posibles. Las preguntas de exploración invitan a reflexionar sobre nuevos comienzos y potenciales.
- ¿Qué sueños o proyectos quieres sembrar en tu vida en este momento?
- ¿Qué te inspira y te llena de esperanza en esta etapa de tu vida?
- Si pudieras imaginar un futuro ideal, ¿cómo se vería?
- ¿Qué nuevos comienzos necesitas en tu vida personal, laboral o emocional?
- ¿Qué recursos internos o externos necesitas para que tus intenciones florezcan?
Verano – Norte: El Guerrero – Crecimiento y Cuidado
El verano, ubicado en el Norte de la rueda, está representado por el arquetipo del Guerrero/a. Esta es una época de crecimiento activo y de nutrir lo que hemos sembrado en la primavera. Así como las plantas requieren cuidado y protección, nuestros sueños, proyectos y relaciones también necesitan atención constante para desarrollarse. El Guerrero nos enseña sobre la responsabilidad, el compromiso y la perseverancia en el camino de crecimiento.
En la huerta, el verano es el momento de proteger las plantas del calor, asegurarse de que reciban suficiente agua y evitar que las malezas las asfixien. En lo personal, es un momento para que las personas reflexionen sobre cómo están cuidando de sí mismos y de sus procesos de desarrollo.
En esta etapa, invitamos a la autoevaluación y exploración de nuestra presencia y empoderamiento. Las preguntas invitan a reflexionar sobre la responsabilidad y el esfuerzo.
- ¿Cómo estás cuidando y nutriendo las semillas que has plantado en tu vida?
- ¿Qué obstáculos estás enfrentando y cómo puedes superarlos?
- ¿Dónde sientes que necesitas ser más perseverante o resiliente?
- ¿Qué prácticas de autocuidado te ayudan a mantener tu bienestar en tiempos de crecimiento?
- ¿Cómo estás protegiendo tus sueños y proyectos de posibles distracciones o influencias negativas?
Otoño – Oeste: El Maestro o Sabio – Cosecha y Reflexión
El otoño, situado en el Oeste, es el momento de la cosecha y la reflexión. El arquetipo del Maestro o Sabio nos guía a través de este proceso, invitándonos a evaluar lo que hemos cosechado durante el ciclo. Este es un tiempo para celebrar los logros, pero también para aprender de los errores y soltar aquello que ya no es útil.
En la huerta, el otoño es el tiempo de recoger los frutos de nuestro trabajo, y también de preparar la tierra para el descanso invernal. En términos personales, esta estación simboliza el cierre de ciclos y la integración de las lecciones aprendidas. En las sesiones ecoterapéuticas, facilitamos reflexiones profundas sobre los aprendizajes del año, animando a las personas a cosechar las lecciones de sus experiencias ya dejar atrás aquello que ya no les sirve.
El otoño es el momento de la cosecha, pero también de la reflexión y el desapego. Las preguntas invitan a evaluar logros y soltar lo que ya no es útil.
- ¿Qué has cosechado en esta etapa de tu vida y cómo te sientes al respecto?
- ¿Qué lecciones importantes has aprendido hasta ahora?
- ¿Qué cosas o relaciones ya no te sirven y necesitas soltar?
- ¿Cómo puedes integrar los aprendizajes de esta etapa en tu vida futura?
- ¿Qué emociones o situaciones necesitan ser transformadas para avanzar hacia un nuevo ciclo?
Invierno – Sur: La Sanadora – Regeneración y Descanso
El invierno, ubicado en el Sur, está simbolizado por el arquetipo de la Sanadora . Esta es la estación del descanso, la regeneración y la sanación profunda. En la huerta, la tierra parece estar inactiva, pero en realidad está preparándose para el próximo ciclo, regenerándose y recuperando los nutrientes necesarios para la primavera.
A nivel personal y comunitario, el invierno es un tiempo para el autocuidado, el duelo y la preparación para nuevos comienzos. En esta fase, suelo invitamos a los participantes a reflexionar sobre su propio descanso, sobre cómo están cuidando de sí mismos y cómo pueden regenerar su energía para lo que está por venir. Este es un tiempo de sanación profunda, donde aprendemos a honrar el descanso como una parte esencial del ciclo de la vida.
El invierno está asociado con el descanso, la sanación y la regeneración. Las preguntas de exploración invitan a explorar el autocuidado y la necesidad de recuperar energía.
- ¿Qué necesitas sanar o regenerar en este momento de tu vida?
- ¿Cómo te permite descansar y recargar energías, tanto física como emocionalmente?
- ¿Qué emociones o experiencias necesitas procesar para sanar internamente?
- ¿Cómo te preparas para el próximo ciclo, cuidando de ti y de tu bienestar?
- ¿Qué aspectos de tu vida necesitan ser nutridos o revitalizados antes de que llegue la primavera?
Conclusión
El trabajo en la huerta desde un enfoque ecoterapéutico tiene amplias aplicaciones en el ámbito de la salud mental y en el trabajo comunitario. En contextos terapéuticos, el modelo basado en los ciclos estacionales ofrece una estructura simbólica clara para abordar temas como la ansiedad, el estrés y la depresión. Los arquetipos de la Rueda de la Medicina proporcionan un marco para que las personas exploren su desarrollo psicológico en sintonía con la naturaleza.
En las comunidades, las huertas ecoterapéuticas crean espacios de colaboración y regeneración social. Alrededor de la huerta, las personas encuentran un sentido de propósito común, fortaleciendo los lazos entre ellas y promoviendo el bienestar emocional colectivo (Ibarra et al., 2019). El acto de sembrar y cosechar juntas se convierte en una herramienta poderosa para el fortalecimiento de la resiliencia comunitaria.
La huerta, desde una perspectiva ecopsicológica, nos ofrece una oportunidad única para reconectar con los ritmos de la naturaleza y de nuestras vidas. El modelo basado en los ciclos estacionales y la Rueda de la Medicina nos invita a explorar las fases de siembra, crecimiento, cosecha y descanso, tanto en la huerta como en nuestros propios procesos internos. Los arquetipos del Visionario, Guerrero, Sabio y Sanadora nos guían en este viaje, brindando una estructura simbólica para nuestro desarrollo personal y colectivo.
Los beneficios de este enfoque van más allá de lo individual, promoviendo una salud ecosistémica que reconoce la interdependencia entre las personas y la tierra. En última instancia, la huerta se convierte en un espacio de sanación profunda, donde el trabajo en la tierra refleja y facilita el trabajo interno, tanto a nivel personal como comunitario.
Bibliografía
Macuil. (2023). Modelos de sanación en la rueda de medicina y los tipos psicológicos . Instituto Macuil. Recuperado de https://institutomacuil.com/modelos-sanacion-ru
Arvay, CG (2016). El efecto biofilia: El poder curativo de los árboles y las plantas . Ediciones Urano.
Davis, S. (2008). La horticultura como terapia: principios y práctica . The Food Products Press.
Ibarra, JT, Caviedes, A., Barreau, A. y Pessa, N. (Eds). (2019). Huertas familiares y comunitarias: cultivando soberanía alimentaria . Ediciones Universidad Católica de Chile.
Kampenhout. D. (2015). Las Cuatro Direcciones. La Liebre de Marzo, S.L. Barcelona