«Somos Nomadas»

Humanos en eterna transición,
buscadores de propósito y verdades.
Cada paso recorrido ilumina nuestro sentido
Cada árbol abrazado regenera nuestras células
Cada piedra visitada, aporta sabiduría a nuestro espíritu
Cada estrella avistada, llena de luz nuestro rostro
Cada encuentro engrandece nuestro ser
Cada danza realizada embellece nuestra alma

Te invitamos a vivir una experiencia de magia, exploración, aventura, evolución y transformación  en el Desierto Marroquí. Recorreremos diferentes lugares de Marruecos desde Fez hasta Ouzina. Y aprovechando su energía ancestral y natural, emprenderemos nuestro propio recorrido interno.

Nuestro organismo está colmado de información universal. Millones de años de evolución se sintetizan en cada ser humano conjugando una sabiduría extraordinaria. Somos Nómadas en este recorrido evolutivo como naturaleza.   Somos tierra, fuego, aire, agua, piedra, árbol, serpiente, águila  y viento. Nos recorre la lava de los volcanes, la sal de los mares, la savia de la jungla, la arena del desierto.

Y es en el éxtasis de la Danza, del movimiento y la conexión con la naturaleza, en donde recuperamos la memoria de nuestro origen universal, volvemos a sentirnos parte de un movimiento evolutivo de millones de años. Desde este lugar, nuestros problemas cotidianos adquieren su verdadera perspectiva y el poder del universo está en nuestras manos para transformar nuestra vida.

INSCRIPCIONES

Trabajaremos desde la Danza Primal y la Ecopsicología, acompañados por la potencia del Desierto y sus lugares de poder, con el fin de:

• Activar  y armonizar  el flujo vital de nuestro organismo.

• Enraizarnos, entrar en contacto con la realidad,  con la capacidad de discriminar y poner límites, externos e internos. Esto desde el contacto con la tierra y con nuestro cuerpo.

• Conectarnos con nuestra visión, nuestras posibilidades y nuestros sueños como seres naturales.

• Abrir nuestros sentidos al mundo externo-interno que nos rodea, sintiendo su magia e impacto en nuestro poder personal.

• Escuchar  nuestras necesidades naturales de encuentro, intimidad, comunicación y reciprocidad.

• Reconectarnos con nuestra naturaleza cósmica, con nuestro origen universal, permitiéndonos volver a fluir con la vida,  a recuperar  la Danza Primal, de la que siempre somos parte.

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